
Colombia no se recorre, se saborea. Y en esta ruta te compartimos paradas que a nosotros nos hacen soñar despiertos —y que sí o sí tienes que anotar si estás planeando una aventura por carretera.
1. El Desierto de la Tatacoa (Huila)
Dormir bajo las estrellas en un paisaje que parece de otro planeta. Calor, sí… pero también silencio absoluto y noches mágicas.
2. Salento y el Valle del Cocora (Quindío)
Caminatas, cafecito recién hecho, y esas palmas altísimas que parecen tocar el cielo. Si vas, prométeme que comerás trucha con patacón.
3. Jardín (Antioquia)
Un pueblo de cuento, con gente que te habla como si te conociera de toda la vida. Colores, aroma a pan recién horneado y unas montañas que te abrazan.
4. Barichara (Santander)
De esos lugares que te obligan a bajar el ritmo. Piedra, historia, y atardeceres que no se olvidan. Ideal para reencontrarte contigo.
5. Cabo de la Vela (La Guajira)
Te advierto: llegar no es fácil… pero ¡wow! Arena, sal, cultura Wayuu, y la sensación de estar en el fin del mundo.
6. El Pacífico (Chocó o Nariño)
Si quieres desconectarte de todo (y reconectarte contigo), este es el lugar. Ballenas, selva, lluvia, comunidad y mucha alma.
Y claro, hay mil más: pueblos mágicos, playas escondidas, caminos de tierra, montañas, y personas que te cambian el día con una sonrisa. Colombia es un viaje que se siente, y cada parada deja una huella.